Y entonces fue cuando todos callaron y nadie supo que decir.

En toda la sala, no había nadie que pudiera adivinar lo que pasaba por sus frágiles mentes. Eso les desconcertaba, les hacía dudar de su propia existencia. Querían por todos los medios conocer la respuesta a todas las dudas ridículas que paseaban por sus inseguras cabezas. No conseguían nada por mucho esfuerzo que pusieran. Dos besos, y pasaría mucho tiempo hasta volver a verla. Confundidos y dudosos la vieron salir del gran salón sin llegar a averiguar lo que querían.

martes, 19 de abril de 2011

  • ¡Dos tequilas! - Dijo sin pensárselo dos veces.

  • ¿Estas loco? Si bebo algo mas puede que no pueda con la vida.

  • Dos tequilas y no se hable mas. - Le agarró de la cintura y un escalofrío recorrió la espalda de la muchacha.

Sin limón. Sin sal. Les quemó la garganta.

  • ¿Has probado alguna vez una Budweiser?

  • No. ¿Qué tiene de especial?

  • ¡Dos Budweiser!

Se miraron fijamente durante un buen rato. Inesperadamente se besaron mientras miraban de reojo a su amigo que, con la frase de: “Ey! ¿Pido otro chupit...? Va a ser que no.” buscaba alguna cara amiga en la que refugiarse.

Salieron del bar. Contentos, felices. Cogieron el coche sin importar el destino. Se despidieron de madrugada . Despertaron con el sabor de boca de no haber hecho lo correcto.

Pero amigo mio, definitivamente no podía haber ido mejor :)

Y pasado el 11 de abril del 2011 se repite la historia. Más intensa aun si cabe que la anterior.