Y entonces fue cuando todos callaron y nadie supo que decir.

En toda la sala, no había nadie que pudiera adivinar lo que pasaba por sus frágiles mentes. Eso les desconcertaba, les hacía dudar de su propia existencia. Querían por todos los medios conocer la respuesta a todas las dudas ridículas que paseaban por sus inseguras cabezas. No conseguían nada por mucho esfuerzo que pusieran. Dos besos, y pasaría mucho tiempo hasta volver a verla. Confundidos y dudosos la vieron salir del gran salón sin llegar a averiguar lo que querían.

martes, 12 de octubre de 2010


Dejame esta noche...soñar contigo.
Dejame mirarte a los ojos y leerte el pensamiento.
Dejame susurrarte al oído lo que siento.
Dejame imaginarme en tus labios los míos.
Dejame cogerte de la mano y apretar con fuerza para retenerte mas tiempo.
Dejame que despierte a tu lado con un beso y una caricia.
Dejame que abra los ojos y sienta tu aliento en mi mejilla.

Dejame que te tome por la cintura.
Dejame morderte el cuello cuando menos te lo esperas.
Dejame ver tu sonrisa cuando te miro y te sonrío.
Dejame guiñarte un ojo cuando estás a unos metros.
Dejame bailar contigo.
Dejame que yo sea...quien te quite la ropa.