Un día ves un felpudo en un escaparate. Normal, sin nada de especial. Te planteas comprarlo pero tontamente piensas que no tienes dinero.
Y así durante un largo tiempo, pasando día tras día por el mismo escaparate y observando el mismo felpudo.
De repente has llegado tarde. Alguien lo ha comprado ya. Pero no lo trata bien. Lo pisotea, lo deja echo jirones y lo devuelve en extrañas condiciones.
Entonces miras tu bolsillo y te empiezas a dar cuenta de que algo de calderilla si que te queda. Y cuando menos te lo esperas tienes el felpudo en casa.
Mollejas ricas. Vamos ya :)
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