Mirame y sonríe.
Por nada del mundo escondas tu risa.
Comete el mundo allá donde vallas.
Sabes que te quiero ver feliz. Pase lo que pase, cuenta conmigo. Para lo que sea, sin tapujos. Sin miedo a lo que pueda pensar.
Actúa. Piensa en los demás, eso te honra. Pero otras veces tu eres lo importante.
Actúa, o te perderás momentos irrepetibles. O si no echa la vista semanas o días atrás.
Pero sobretodo sonríe, Te lo mereces.
Y entonces fue cuando todos callaron y nadie supo que decir.
En toda la sala, no había nadie que pudiera adivinar lo que pasaba por sus frágiles mentes. Eso les desconcertaba, les hacía dudar de su propia existencia. Querían por todos los medios conocer la respuesta a todas las dudas ridículas que paseaban por sus inseguras cabezas. No conseguían nada por mucho esfuerzo que pusieran. Dos besos, y pasaría mucho tiempo hasta volver a verla. Confundidos y dudosos la vieron salir del gran salón sin llegar a averiguar lo que querían.
jueves, 13 de mayo de 2010
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